martes, 24 de noviembre de 2009

Orìgen del Nombre

Si bien son varias las versiones que atribuyen el nombre de la Laguna de Los Lobos a la existencia de lobos marinos en el lugar, creemos màs acertada aquella que se desprende de la gran existencia de perros cimarrones, "feroces y crueles como los lobos" segùn Juan Agustìn Garcìa en "La Ciudad Indiana".

Asì los describe Luis Franco, en su precioso artìculo "El Caballo en las pampas", publicado en "La Prensa":

"Porque en la pampa el perro es igualmente un trànsfuga, esto es, retrocediendo siglos, se ha enrolado de nuevo en el bando de los enemigos del hombre. Detràs de la frontera de aullidos, una patria de arcaico horror renace.

Perros caseros abandonados a causa de las guerras o los malones, se ensilvecieron. La carne a rodo y el clima amiguìsimo, posibilitaron su cundir sin tasa. El perro cimarròn es medio lobo y lobo del todo: de mucha cerda y orejas paradas y hocico filoso y grandes piernas de corredor y peleador de oficio. No hay que juzgarlo por su cuerpo escarnecido de ayunos: su agilidad y su aguante son cosas de mito. Tiene la psicologìa del indio: es la desconfianza y la astucia mismas. Hasta ha sabido apropiarse la tàctica del gato: esto es, aproximarse a la presa rampando sin ruido y la cola a la rastra para ganar la distancia precisa del salto. Su estrago es formidable: se calcula que destruyen un tercio del mutiplicio de los ganados. Asaltan asimismo los maizales maduros. Y por cierto que tambièn son afrontadores de tigres y preseguidores de caza menor o mayor -comprendida en èsta el hombre...- (se habla de expediciones que debieron pernoctar rodeados de fogatas o colgar sus camas de horcones). Tienen espìas o campanas, a cuyo lùgubre aullido de alerta las partidas dispersas convergen sobre el grupito de yeguarizos o vacunos. Las perradas avanzan en media luna, cada una con su guìa: despacio y reserva primero; al trote y a todo escape al fin (el erizamiento de centenares de lomos es un pajonal bravìo) encerrando a las vìctimas en un pavoroso redondel de ladridos y colmillos. Un verdadero entrevero al arma blanca sigue. Mugidos o relinchos de rabia y de dolor se alzan sobre el profundo y aspèrrimo hervor de los gargueros caninos. Hasta que el nùmero se impone.

Bien, pues, los perros chùcaros no son los enemigos màs despreciables de las bagualadas: en una persecuciòn de leguas, todos los potrillos razagados son infaliblemente carne de la muerte"

Libro "Lobos provincia de Buenos Aires", publicado por el Instituto Agrario Argentino, Jornadas Radiotelefònicas

1 comentario:

  1. Este es un blog excelente!! denota el esfuerzo y dedicación de quienes lo integran, bien elaborado con muchos detalles, dinámico, armonioso... me gusta!!!!!!!

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